EL RETRATO DE SOPHIE HOFFMAN de Luis Quiñones
La novela de Luis Quiñones tiene muchos factores para gustar a una heterogénea variedad de lectores: Es una novela histórica, una novela negra, una novela de intriga y una novela romántica. Todo esto es "El retrato de Sophie Hoffan".
Pero además y sobre todo es literatura; literatura de verdad, en el pleno sentido de la palabra.
No solo mientras la leemos estamos sintiendo el placer de paladear un bocado exquisitamente bien cocinado, sino que, además, lo comemos con fruición, porque su intriga nos atrapa casi desde el principio y es prácticamente imposible parar; así sin darnos cuenta vamos consumiendo la técnica narrativa superior, la maestría constructiva de la novela, la laboriosidad de las figuras retóricas hábilmente encajadas sin sobrecargar el ritmo de la prosa, que en aras de servir de vehículo a la trama no ve menoscabada su belleza.
Al leer la novela de Luis Quiñones nos sentimos protagonistas de una experiencia intelectual y estética a la vez, es decir, de una auténtica obra de arte.
Pero además y sobre todo es literatura; literatura de verdad, en el pleno sentido de la palabra.
No solo mientras la leemos estamos sintiendo el placer de paladear un bocado exquisitamente bien cocinado, sino que, además, lo comemos con fruición, porque su intriga nos atrapa casi desde el principio y es prácticamente imposible parar; así sin darnos cuenta vamos consumiendo la técnica narrativa superior, la maestría constructiva de la novela, la laboriosidad de las figuras retóricas hábilmente encajadas sin sobrecargar el ritmo de la prosa, que en aras de servir de vehículo a la trama no ve menoscabada su belleza.
Al leer la novela de Luis Quiñones nos sentimos protagonistas de una experiencia intelectual y estética a la vez, es decir, de una auténtica obra de arte.
Comentarios
Tu comentario sobre el libro de Luis Quiñones sí que lo considero original, sincero y concreto. ¿Por qué algunos críticos dan tantas vueltas en lugar de coger el libro abierto y verter lo que se piensa de él? Esto es lo que tú has hecho, y te felicito, pues cuando he leído este libro me parece que debo decir, en efecto, que es muy bueno.
Precisamente me he topado con tu blog buscando más información sobre "El retrato de Sophie Hoffman".
Te recomiendo que leas mi libro 1964 después de Cristo y antes de perder el autobús. El libro cuenta una historia de superación salpicada de toques costumbristas y buen humor; mi vida. Soy el séptimo hijo de una familia marcada por los trastornos psíquicos y la violencia.
Explico mis comienzos de mi vida, en el barrio madrileño de Argüelles, cuando el franquismo todavía aprieta, y continuó con el relato de mi adolescencia entre bandas callejeras tan significantes como los mods, los punks o los rockers. El alcohol y las drogas rompen en mi vida, como sucedió con los que vivimos la movida madrileña de aquellos años.
He querido que el libro 1964 después de Cristo y antes de perder el autobús sea sobre todo una narración divertida y amena, llena de humor e ironía, alejada de toda autocompasión.
1964 después de Cristo y antes de perder el autobús nos devuelve al Madrid de los setenta, al Madrid de los barrios donde todo el mundo se conocía, a las gamberradas del colegio y las batallitas de la mili. Pero también retrata los excesos de la movida, los cambios sociales, el nacimiento de las primeras tribus urbanas españolas, y los difíciles años 90 que siguieron a los excesos del rock y la droga. Un regreso nostálgico a la historia más reciente de este país.
En www.artime.es (Novedades) podrás leer un avance del libro.
SALUDO DE MIGUEL BOSÉ
http://es.youtube.com/watch?v=UeLWd4qTu3E
Mi BLOG
http://elmundodecharliemiralles.blogspot.com/
Un abrazo
"Considero el sabor, o el gusto, como la llave de toda la lectura. Sigue necesariamente de ello que el gusto es selectivo e individual, como el gusto en la comida. La forma más higiénica de comer es, al fin y al cabo, la de comer lo que gusta, porque entonces tiene uno seguridad de la digestión. Cuando se lee, como cuando se come, lo que hace bien a uno puede matar a otro. El maestro no puede forzar a sus discípulos a que gusten de lo que él gusta como lectura, y un padre no puede esperar que sus hijos tengan los mismos gustos que él. Y si el lector no tiene gusto para lo que lee, pierde el tiempo. Ya lo dice Yüan Chunglang: Podéis dejar de lado los libros que no os gustan, y que los demás los lean."