EL INCIDENTE. Cuando la tierra se quita los parásitos.

     ¿Podemos imaginar a los seres humanos huyendo del viento? Pero ¿cómo se puede huir del viento? ¿Cómo se puede huir del propio aire que respiramos? ¿Acaso nuestro cerebro no es la mayor arma de destrucción? ¿Y cómo luchar contra nuestro propio cerebro? ¿Y si nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos?

     "El incidente"no es sólo una película de miedo, de miedo a lo desconocido, de miedo a lo invisible, de miedo a nuestros propios demonios, a nuestra capacidad de autodestrucción; lo que le da a la película una segunda dimensión mucho más elevada es su lectura ecologista de la civilización humana.


     ¿Hasta tal extremo hemos perdido la conexión con nuestra madre tierra, con la naturaleza, a la que adoraba el ser humano arcano, que ella haya decidido deshacerse de nosotros, sus hijos más amados?


     La tierra es un ser vivo, y todopoderoso.
Y para darse cuenta no hace falta un gran terremoto o la terrible erupción de los volcanes. La tierra es tan poderosa que para ella no somos más que parásitos, y cómo tales, si nos percibe como nocivos, se desprenderá de nosotros tranquilamente, sin estridencias. 

     Esa es la palabra clave de la película: Sin estridencias, ni aparatosas catástrofes. Suavemente, de pronto, una mañana, el principio del fin de nuestra especie.

     No hay efectos especiales espectaculares que nos dejen pegados a la pantalla boquiabiertos, y los personajes no son planos y arquetípicos. No es por tanto una típica producción hollywoodiense de miedo como "La guerra de los mundos", "La invasión de los ladrones de cuerpos", "El día de mañana", etc. El apocalipsis se les presenta a gente absolutamente normal, ni héroes ni antihéroes, y en la zona geográfica que para nosotros es la vanguardia de la civilización actual, la costa noreste de Estados Unidos.


      Tampoco el final va a ser un final feliz, sino coherente con los argumentos que sostienen su tesis. Mientras el ser humano siga sordo y ciego a la realidad de que la tierra está viva y tiene capacidad de reacción a nuestro maltrato hacia ella, no terminarán esos extraños cambios biológicos, que ya están teniendo lugar fuera de la ficción, en el mundo real, y a los que seguimos considerando meros "incidentes".

      Creo que esta es una de las mejores y más impactantes películas que se han hecho últimamente, y me parece la mejor sin duda de su director, M. Night Shyamalan, porque la ficción en este caso está totalmente imbricada en la no ficción, sin los trucos finales o seres fantásticos de sus otras obras. Y lo mejor es que después de verla, es muy difícil olvidar su mensaje.

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